Más conocidos por ser una forma cómoda de conectar a la gente con información en línea o cupones de compra, los códigos QR son ahora la piedra angular de la comunicación en el quirófano. Entonces, ¿cómo ha transformado Rods&Cones esta tecnología de una novedad a una necesidad para los entornos estériles?

En esta entrada del blog, Bruno Dheedene, director general y cofundador de Rods&Cones, destaca la funcionalidad del código QR en nuestros servicios de asistencia remota, y cómo puede apoyar el intercambio de conocimientos vitales en la atención quirúrgica de primera línea. 

 

Qué es

Inventado a mediados de los noventa, el código de respuesta rápida (QR) es un código de barras avanzado que almacena datos legibles por una cámara digital. Suelen contener una URL y proporcionan un enlace escaneable a una dirección de Internet. Se utilizan con diversos fines, sobre todo en publicidad y marketing, y más recientemente durante la pandemia de COVID-19, como parte de los sistemas de seguimiento y localización. 

Las gafas quirúrgicas inteligentes Rods&Cones y la plataforma digital de asistencia remota aprovechan esta tecnología de una manera nueva. La tecnología de códigos QR ofrece una solución sencilla y sin fisuras para los cirujanos que necesitan contactar con un experto desde fuera del quirófano para que les ayude en la toma de decisiones clave. No hay necesidad de un lavado de cara porque el experto remoto, conectado de forma segura a la plataforma de asistencia remota de Rods&Cones, tiene una comunicación audiovisual completa y una visión del quirófano a la vista del cirujano.    

 

Cómo funciona

El cirujano se pone las gafas inteligentes que funcionan con pilas. Desde el momento en que se encienden, las gafas están en modo de escaneo. Si el cirujano necesita comunicarse con un experto fuera del quirófano, solicita el código QR correspondiente a la persona o el equipo con la experiencia adecuada.

Utilizando un dispositivo conectado, como un teléfono u ordenador, una enfermera puede encontrar fácilmente esta información en la libreta de direcciones de expertos. Esta le muestra qué expertos médicos están disponibles en ese momento concreto y le proporciona un código QR. La enfermera acerca el código QR al cirujano. A continuación, lo escanea con las gafas inteligentes y se conecta al instante una vez que se ha respondido a la llamada. 

El proceso de llamada está automatizado. El software comprueba si el experto está en línea utilizando un ordenador y si está conectado a través de una videollamada. Si el experto está fuera de su mesa, el software se pone en contacto con su teléfono móvil. Si el experto descuelga, puede ponerse detrás de un ordenador y transferir la llamada a su ordenador. De este modo, la comunicación audiovisual es total.

Como el código QR puede vincularse a un grupo, si no hay respuesta de un experto, se puede establecer fácilmente un modelo de escalada para programar una cola de expertos para fechas y horas específicas. De este modo, no es necesario volver a marcar, ni volver a escanear, la plataforma gestiona automáticamente las conexiones por el usuario.

 

Por qué es importante 

Cuando se trata del quirófano, el cirujano principal es a la vez el protagonista y el maestro de los procedimientos. Eso significa que la introducción de cualquier nueva tecnología para mejorar su trabajo debe encajar perfectamente en sus flujos de trabajo. Y tiene que funcionar. Un cirujano no necesita una capa adicional de complicación o cualquier distracción innecesaria de la tarea en cuestión.

En el quirófano, el cirujano principal dirige el espectáculo. Así que si en un momento dado necesitan una segunda opinión y otro par de ojos para la situación, es su decisión, y de nadie más. Al mismo tiempo, en un entorno estéril, no pueden echar mano de un manual para pedir consejo o seguir los pasos adecuados. Cuando el tiempo es esencial, conseguir que otro cirujano se desplace hasta el quirófano, que se prepare para la intervención y que proporcione asesoramiento requiere un tiempo del que simplemente no disponen.

Con las gafas quirúrgicas inteligentes Rods&Cones, el cirujano puede solicitar el asesoramiento de un experto con sólo mirar un código QR. Consiguen una comunicación completa con el experto adecuado sin necesidad de intervenir. La tecnología abre un canal de comunicación a la carta sin necesidad de que otra persona realice manualmente una llamada telefónica y escuche las instrucciones a través del altavoz del teléfono, desde el otro lado del quirófano. Una vez conectado, el experto ve lo que ve el cirujano y tiene una comunicación de audio bidireccional con él, directamente en su oído. 

 

El enfoque de los cuatro ojos

Escanear un código QR para que otro par de ojos expertos participe en la toma de decisiones quirúrgicas garantiza un enfoque de cuatro ojos. Al igual que un avión comercial siempre tiene dos pilotos para garantizar la seguridad de los pasajeros, los cirujanos a veces necesitan una segunda opinión para garantizar la mejor toma de decisiones y los mejores resultados para el paciente. 

Por ejemplo, los cirujanos que extirpan la vesícula biliar suelen utilizar la vista crítica de seguridad (CVS) para identificar y dirigir el conducto cístico y la arteria cística. En el 0,5% de las cirugías de colecistectomía se secciona el conducto equivocado. Esto puede dar lugar a graves complicaciones de salud. 

Aunque este tipo de errores son poco frecuentes, ocurren. No solo hay consecuencias negativas en cuanto a los resultados para los pacientes, sino que también hay que tener en cuenta los costes legales y de reputación. Esto podría mitigarse fácilmente permitiendo que un cirujano mire un código QR a través de unas gafas inteligentes y obtenga esa valiosa segunda opinión cuando más la necesita.

 

Obtenga una segunda opinión de un experto, sin que ponga un pie en su quirófano, con las gafas quirúrgicas inteligentes y la plataforma de asistencia remota de Rods&Cones. ¿Quiere saber más?

 

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